
El Atlético de Madrid sufrió de lo lindo para doblegar a un Osasuna que no dio el brazo a torcer y puso a prueba a los rojiblancos hasta el último minuto. El gol de Thiago Almada en la segunda mitad valió para resolver un duelo de poder a poder, en el que la intensidad y la igualdad fueron protagonistas de principio a fin.
Desde el primer segundo, la noche tuvo un carácter especial arrancando con el homenaje a Kostis, lesionado de gravedad recientemente, posteriormente como viene sucediendo a lo largo de la jornada, se guardaron 15 segundos en protesta por el polémico partido entre Villarreal y Fc Barcelona que se jugará en Miami. Segundos en los que tras el pitido inicial, ambos equipos se quedaron plantados sobre el verde del Metropolitano. Un inicio breve, pero lleno de simbolismo, que marcó el tono de la noche.
El primer tiempo fue un pulso constante. Los rojiblancos buscaban abrir la lata con insistencia, pero se toparon con un Osasuna muy ordenado y un Sergio Herrera muy inspirado bajo los palos, sosteniendo el empate a cero en el marcador y manteniendo con vida a los Navarros. Incluso un tanto de Álex Baena al minuto 8 de partido, que habría supuesto su primer gol en Liga con el club, fue anulado por fuera de juego posicional de Griezmann.
En la segunda mitad, la presión y el ritmo aumentaron. Tras unos momentos de dominio local, en el minuto 69 y con una brillante jugada por banda izquierda, Giuliano Simeone terminó con un pase atrás que Thiago Almada convirtió en el único gol del partido, además de su primer gol como jugador del club Madrileño en LALIGA EA Sports, desatando la euforia del Metropolitano y rompiendo la igualdad en un duelo que empezaba a ponerse difícil para los colchoneros.
Osasuna respondió con carácter, buscando el empate, aprovechando sus pocas llegadas y poniendo a prueba a la defensa rojiblanca hasta el pitido final. Llegando a estar a punto de conseguirlo con Budimir muy cerca de marcar al 88 de encuentro, topándose con el pie de Jan Oblak que se encargó de sellar el triunfo con una parada milagrosa.
Victoria que además, tenía un significado especial ya que se trataba del partido número 750 de Diego Pablo Simeone al frente del Atlético de Madrid. Una cifra histórica que refleja años de compromiso, intensidad y éxitos, y que añadió un valor extra a la victoria.

Foto:Atlético de Madrid
Marcos Llorente, que fue elegido MVP del partido, volvió a brillar como motor incansable del equipo. Con un notable despliegue en el medio campo, recuperando balones y sumando al ataque, fue clave para mantener al Atlético firme ante un Osasuna que fiel a su lema no se rindió y busco sumar por primera vez como visitante en este arranque liguero.
El triunfo deja al Atlético con buenas sensaciones después del empate ante el Celta, mientras que Osasuna con esta nueva derrota como visitante, prolonga su mala racha lejos del Sadar y firma su peor inicio liguero en trece años. Fue un partido donde el esfuerzo, la paciencia y la intensidad marcaron la diferencia más allá del marcador.