
Este sábado, el Bayern Múnich volvió a imponer su autoridad en la Bundesliga al vencer 2-1 a Borussia Dortmund en el Allianz Arena de Múnich. Con un inicio dominante, un gol tempranero de Harry Kane y la respuesta oportuna de Julian Brandt, el equipo bávaro se mantuvo invicto en el campeonato, en un clásico alemán cargado de emoción y cambios de ritmo que mantuvo a los aficionados al borde del ataque.

Michael Olise tras su gol frente al Borussia Dortmundt. Foto: Bayer de Munich
La primera parte arrancó con un inicio arrollador del conjunto bávaro, que salió decidido a mandar desde el primer minuto. La presión alta del Bayern asfixió a los de Dortmund, que se vieron obligados a jugar muy atrás y apenas lograron hilar pases con claridad. El equipo de Múnich controló la posesión y buscó generar peligro por los costados, aprovechando la movilidad de sus hombres más ofensivos.
El dominio tuvo recompensa en el minuto 22, cuando Harry Kane apareció como siempre en el lugar adecuado para cabecear un centro perfecto de Joshua Kimmich tras una jugada a balón parado. El tanto del delantero inglés sirvió para reforzar la confianza de los locales, que siguieron empujando y manteniendo el partido bajo su control.
Mientras tanto, el BVB no encontraba la manera de reaccionar. Sus intentos por salir al contragolpe fueron cortados una y otra vez por una defensa muy bien plantada, y las ideas parecían escasear en el mediocampo visitante.
Cerca del minuto 37, el campeón alemán rozó el segundo gol, Michael Olise se inventó una jugada brillante y su disparo se estrelló contra el poste, dejando helada a toda la defensa amarilla. La acción resumió perfectamente lo que estaba pasando, un Bayern superior, con ritmo y confianza, frente a un Dortmund que sufría para resistir.
El descanso llegó con 1-0 en el marcador, aunque la sensación general era de una diferencia mucho mayor. Los muniqueses dominaron el juego de principio a fin, mientras que el conjunto de la cuenca del Ruhr tenia que mejorar mucho si quería tener opciones en la segunda mitad.
La segunda parte del clásico alemán comenzó con un Dortmund decidido a revertir la desventaja. Los visitantes presionaban, pero la defensa del Bayern resistía con solvencia, manteniendo la calma pese al empuje del rival.
El minuto 78 fue un golpe de adrenalina, Luis Díaz arrancó una contra letal, penetrando la defensa bávara y enviando un pase al área que el portero no pudo atrapar. La pelota quedó en la línea de gol, a merced de Jobe Bellingham, pero Michael Olise no perdonó. Con reflejos y determinación, se llevó la bola por delante y la empujó al fondo de la red, desatando la euforia para la afición local.
Sin embargo, la respuesta de los visitantes fue rápida. En el 84, Julian Brandt, que acababa de ingresar, conectó un centro lateral desde Ryerson y marcó el 2-1, devolviendo la ventaja al Bayern y recordando que el partido no estaba ni mucho menos cerrado.

Julian Brandt celebrando frente al Bayer de Munich. Foto: Borussia Dortmundt
Los minutos finales fueron un constante ida y vuelta. El Dortmund buscaba el empate con todo, mientras que Luis Díaz y Olise armaban peligrosas contras para sentenciar. En el 94, una de esas jugadas estuvo a punto de cambiar el desenlace: Díaz y Olise combinaron en velocidad, pero el portero rival realizó un paradón espectacular que evitó el tercero bávaro y selló la victoria del Bayern.
Al final, un 2-1 ajustado que deja al Bayern Múnich invicto y en lo más alto de la Bundesliga, mientras que el Dortmund se marcha con la sensación de que pudo haber sacado algo más de un partido electrizante y lleno de emoción hasta el último segundo.